Una investigación de tres meses permitió desarticular un punto activo de venta de drogas en la Playa Chica de Cartagena, donde una pareja de cuidadores de autos operaba como fachada para el microtráfico en plena costanera.
La intervención se enmarca en un operativo más amplio que busca neutralizar focos de comercialización de estupefacientes en balnearios del litoral central.
Durante esta semana, se concretaron órdenes de detención contra los aparcadores informales y una mujer adulta sindicada como proveedora de sustancias ilícitas a distintos puntos de venta en Cartagena y San Antonio.
La acción fue liderada por la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de San Antonio, en coordinación con la fiscalía local.
La investigación incluyó vigilancias discretas, recopilación de denuncias ciudadanas y fiscalizaciones a compradores en el sector.
Las diligencias permitieron establecer el vínculo entre los detenidos y una red de distribución que operaba en espacios públicos de alta concurrencia, aprovechando el flujo turístico y la informalidad del entorno.
El caso pone en evidencia la presencia de microtráfico en zonas costeras y la necesidad de reforzar la fiscalización en espacios urbanos donde convergen actividades informales y delitos asociados.
Las personas detenidas quedaron a disposición del Ministerio Público para su formalización.