Ignacio Serrano Montaner: El héroe melipillano que vive en la memoria y en nuestra voz

Cada 21 de mayo, Chile recuerda con honor la batalla naval de Iquique, una gesta que marcó la historia del país y elevó al Teniente Ignacio Serrano Montaner como un símbolo de valentía y entrega. 

Para Melipilla, su ciudad natal, el reconocimiento a este héroe va más allá del homenaje nacional: su nombre se ha convertido en un emblema de identidad local, un motivo de orgullo y una fuente de inspiración.

Ignacio Serrano nació en 1846, hijo de Juan Serrano Toro y Mercedes Montaner. Su historia comienza en suelo melipillano, en el seno de una familia de comerciantes y agricultores, con profundas raíces en la comunidad.  Curiosamente, su bautismo estuvo a cargo de un sacerdote peruano, Fermín Bayona, un detalle que resalta la conexión inesperada entre el destino de Serrano y el país con el que Chile libraría la Guerra del Pacífico.

Tras su heroico sacrificio en la batalla de Iquique, el reconocimiento a su figura en Melipilla no se hizo esperar. 

La calle Estado fue renombrada en su honor como calle Serrano, y la ciudad comenzó a rendirle homenajes que reflejaban el afecto y respeto de la comunidad.

En junio de 1879, el templo La Merced fue el escenario de una emotiva ceremonia conmemorativa. Al año siguiente, la ciudad elevó salvas de artillería, celebró una misa solemne y un tedeum, e incluso sorprendió a los asistentes con el ascenso de un globo aerostático tripulado por un joven piloto estadounidense.

El deseo de perpetuar su legado llevó a los vecinos a solicitar la construcción de un monumento que recordara su valentía.  Finalmente, el 21 de mayo de 1913, la plaza de Armas de Melipilla se convirtió en el epicentro de una gran celebración con la inauguración de su estatua. 

La ceremonia fue presidida por el ministro de guerra, Pedro García de la Huerta, y el alcalde José Luis Barrales, quien expresó su gratitud en nombre de la ciudad.  El orfeón municipal acompañó el acto, mientras tropas del ejército y la marina, junto a estudiantes de la escuela normal número 1 de Santiago, desfilaron en señal de respeto.

Su legado no solo quedó grabado en piedra y bronce, sino que también resonó en el aire, en las voces de quienes decidieron mantener vivo su nombre.  Con profunda admiración por su entrega y coraje, nuestra radio adoptó con orgullo el nombre de Ignacio Serrano, un homenaje que no es casualidad, sino convicción. 

La elección de nuestro fundador refleja la pasión por la historia, el respeto por la identidad melipillana y el deseo de seguir transmitiendo el espíritu de lucha y determinación que Serrano encarnó aquel 21 de mayo de 1879.Hoy, cada emisión que sale al aire es un eco de su valentía, un testimonio de que su sacrificio no fue en vano.

 Así como el mar sigue narrando la gesta de Iquique, nuestras ondas llevan su nombre con el mismo orgullo con el que él defendió su patria.

 Ignacio Serrano vive en la memoria de Melipilla y en el latir constante de nuestra radio, porque los héroes no mueren, sólo cambian la forma en que inspiran a su pueblo.

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