Una tragedia sacudió al fútbol amateur de la provincia este sábado, cuando Diego Vergara Mendoza, de 35 años, falleció mientras disputaba un partido en el torneo Liga Sabatina, en una cancha ubicada detrás del terminal de la flota Talagante.
El hecho ocurrió durante los primeros diez minutos de juego, cuando el jugador se desplomó repentinamente ante la mirada atónita de sus compañeros.
Sin signos vitales aparentes, fue trasladado en un vehículo particular hasta un centro asistencial, donde ingresó sin vida. El diagnóstico médico confirmó un infarto fulminante.
Rodrigo Daille, presidente de la Asociación de Fútbol de El Monte, entregó detalles del incidente y de la trayectoria del joven deportista, oriundo de esa comuna, señalando que la noticia ha generado profunda tristeza entre jugadores, dirigentes y vecinos.
Indicó además que el velatorio se realiza en su comuna natal, donde se han congregado familiares, amigos y compañeros de equipo.
Diego defendió los colores del tradicional club Caupolicán, donde era ampliamente reconocido por su compromiso deportivo y cercanía con la comunidad.
Diego Vergara era Preparador Físico, casado y padre de un hijo pequeño. La comunidad montina ha expresado su pesar por la partida de Diego Vergara, cuyo recuerdo permanecerá ligado al deporte local y al cariño de quienes compartieron con él dentro y fuera de la cancha.
La repentina muerte de Diego Vergara Mendoza durante un partido de fútbol amateur en Talagante deja una profunda huella en la comunidad deportiva local y plantea una reflexión urgente sobre la salud preventiva en el deporte.
Si bien el compromiso, la pasión y el esfuerzo son pilares del fútbol aficionado, también lo debe ser el cuidado médico regular.
Este lamentable episodio recuerda que ningún deportista —sea profesional o amateur— está exento de riesgos cardiovasculares u otras condiciones que pueden manifestarse sin aviso.
Por ello, es fundamental que quienes practican deporte de manera frecuente se sometan a chequeos médicos periódicos, especialmente si participan en competencias o entrenamientos exigentes.
La prevención salva vidas. Un simple examen puede marcar la diferencia entre continuar en la cancha o enfrentar una emergencia. El llamado es claro: que el legado de Diego impulse una cultura de autocuidado entre los deportistas de todas las edades y niveles.