Un hombre de 69 años fue condenado a 10 años y un día de presidio mayor en su grado medio por el delito de violación reiterada a una menor de 14 años.
Los hechos, ocurridos entre 2011 y 2015 en un domicilio de Llolleo, fueron acreditados durante el juicio oral en lo Penal de San Antonio.
La Fiscal Javiera Torres, especializada en Delitos Sexuales de San Antonio, estuvo a cargo del caso. Durante el proceso judicial, se expuso que la víctima era nieta de la conviviente del condenado en la época de los hechos.
La Fiscal Torres detalló que los abusos se iniciaron cuando la menor tenía cerca de 10 años, en el contexto de las frecuentes visitas de la víctima a la casa de su abuela materna.
Los hechos continuaron incluso después de que, en 2014, el cuidado personal de la víctima quedará radicado en la abuela. Fue en 2015 cuando la víctima reveló la situación, lo que activó el proceso penal.
El acusado, quien no hizo uso de su derecho a guardar silencio y prestó declaración al inicio del juicio, enfrentó la presentación de diversas pruebas por parte del Ministerio Público, incluyendo periciales, testimoniales y documentales.
La sentencia estableció la autoría del condenado basándose en el testimonio de la víctima, quien lo sindicó inequívocamente como su agresor. El sujeto en ese entonces era la pareja de su abuela materna, señala el fallo judicial.
Además de la pena de presidio, el Tribunal impuso penas accesorias que incluyen la inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, inhabilitación absoluta para profesiones titulares durante el tiempo de la condena, y la sujeción a la vigilancia de la autoridad por un periodo de 10 años posterior al cumplimiento de la pena principal.
Asimismo, se le condenó a la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad.