Una creciente preocupación se ha instalado en torno al funcionamiento del COSAM de Melipilla, especialmente tras los obstáculos enfrentados por la concejala Paola Palacios para acceder al centro y ejercer su rol fiscalizador.
La autoridad ha denunciado que, pese a solicitar antecedentes formales, no ha podido realizar una visita presencial ni entrevistarse con los profesionales del recinto, lo que impide conocer con mayor profundidad el trabajo que allí se realiza en materia de salud mental.
La falta de colaboración a su solicitud ha generado inquietud, considerando que el COSAM no solo atiende a vecinos de Melipilla, sino también a pacientes de otras comunas de la provincia.
Dentro de los datos conocidos, se advierte que el 20,8 % de las horas médicas se pierden por inasistencia, lo que equivale a más de dos mil citas no utilizadas por razones aún no esclarecidas. Un dato que para la concejala Paola Palacios es relevante
Además, se estima que un COSAM debiera atender a una población cercana a 50 mil personas, mientras que Melipilla supera las 140 mil, lo que evidencia una saturación del servicio y una falta de cobertura significativa.
La concejala Palacios anunció que recurrirá ante la Contraloría General de la República para hacer valer sus atribuciones y exigir mayor transparencia en la gestión del centro.
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