Una situación de riesgo e inseguridad están viviendo vecinos y quienes transitan por el sector El Bajo, en Melipilla. La concejala Pamela Acuña alzó la voz para denunciar el abandono de las antiguas instalaciones de la planta de tratamiento de aguas servidas de Aguas Andinas, ubicada en el ingreso por calle Egaña.
El recinto, lejos de estar resguardado, se ha transformado en un foco de delincuencia y consumo de sustancias ilícitas.
La autoridad comunal detalló que la estructura se encuentra en un estado de deterioro total, con falta de iluminación y maleza crecida, lo que facilita la comisión de delitos y afecta directamente a los transeúntes y a un colegio colindante.
Según relata la concejala, los vecinos han reportado ingresos nocturnos constantes para el consumo de alcohol y drogas, convirtiendo el sector en una zona de alta peligrosidad, especialmente para quienes residen en la Villa Chacra San Pedro.
La preocupación aumenta debido a que personas externas han vulnerado los cierres perimetrales para ocupar el recinto de manera ilegal.
Ante esta situación, la concejala Pamela Acuña llevó el tema a la mesa del Concejo Municipal, solicitando una intervención urgente.
La propuesta es clara: exigir a la empresa Aguas Andinas que se haga responsable de su propiedad, ya sea mediante la demolición de la estructura en desuso o mediante un plan de cierre y vigilancia efectivo.
Se espera que tras esta denuncia y la gestión municipal, la empresa sanitaria responda a la brevedad para eliminar este “sitio eriazo” que hoy amenaza la tranquilidad de las familias de El Bajo.
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