El pasado lunes 1 de septiembre, la Comisión de Salud del Senado sesionó para continuar el análisis del proyecto de ley que establece el derecho a optar voluntariamente por asistencia médica para acelerar la muerte en casos de enfermedad terminal e incurable.
La iniciativa, actualmente en segundo trámite constitucional, busca regular la eutanasia en Chile. La jornada estuvo marcada por la participación de Fredy Maureira, Melipillano, padre de Valentina y Michael, ambos fallecidos producto de fibrosis quística.
Su testimonio fue incorporado como parte del trabajo legislativo, con el objetivo de aportar una visión desde la experiencia directa de quienes enfrentan enfermedades graves sin alternativas terapéuticas efectivas.
Maureira fue invitado por el presidente de la comisión, senador Iván Flores García, y asistió acompañado por la diputada Camila Musante.
Durante la sesión, se expusieron opiniones de médicos, especialistas y representantes de la sociedad civil.
El caso de Maureira fue presentado como ejemplo de las dificultades que enfrentan las familias en contextos de sufrimiento extremo, y de las limitaciones del sistema de salud para responder oportunamente a sus necesidades.
Fredy Maureira dijo que en el caso de sus hijos, el estado le había fallado.
Sobre su hija Valentina, relevó su valentía, al decidir sacarse los tratamientos y morir para terminar con su enfermedad que ni siquiera le permitía respirar, sin sufrir intensos dolores.
La diputada Camila Musante planteó que el debate sobre la muerte asistida debe ser parte de una discusión más amplia, que incluya mejoras en la atención médica, fortalecimiento de las casas de acogida y promoción de la donación de órganos.
En ese marco, se mencionó el caso de Rafael, un niño de Melipilla que requiere reunir fondos para acceder a un tratamiento en el extranjero, como reflejo de las brechas existentes en el sistema.
En paralelo al avance legislativo, la Iglesia Católica manifestó su rechazo al proyecto. A través del Cardenal Fernando Chomalí, se expresó una postura de oposición total a la legalización de la eutanasia, reafirmando la posición institucional frente a este tipo de iniciativas.
La Comisión de Salud continuará con el análisis del proyecto en las próximas sesiones, en medio de un debate que cruza aspectos éticos, médicos, sociales y jurídicos, y que mantiene posiciones divergentes tanto en el Congreso como en la opinión pública.