El hospital que no debería abrir: recortes millonarios y falta de cargos para funcionarios, denuncia la Asociación de funcionarios de la FENPRUSS

En Melipilla, el panorama hospitalario atraviesa una grave encrucijada. La presidenta de la FENPRUSS local, Leyla Valladares, alertó con preocupación sobre la inminente crisis económica que enfrentará el nuevo hospital a raíz de recortes presupuestarios que superan los $1.800 millones.

Esta disminución de recursos fue confirmada mediante dos decretos emitidos por el Ministerio de Hacienda, conocidos durante la semana, y ha encendido las alarmas entre los trabajadores del recinto.

Mientras se anuncia con entusiasmo el cambio al nuevo hospital, desde FENPRUS se cuestiona la coherencia del discurso oficial.

La organización considera sorprendente que, en medio de una transición tan celebrada, se ejecuten recortes tan significativos que comprometen el funcionamiento básico del centro de salud. 

Se anticipan problemas concretos, como la escasez de insumos médicos y la baja calidad de los disponibles.

 

Para la presidenta resulta paradójico lo que está ocurriendo, realizan un inmenso recorte y a la vez se anuncia la inauguración del nuevo hospital para noviembre.

 

En este contexto, el secretario general de FENPRUSS, Carlos Retamales, llamó a la comunidad a comprender que los funcionarios no son responsables de esta situación.

Destacó que el personal realiza su labor con esfuerzo y compromiso, aun cuando los recursos resultan escasos. Según Retamales, los trabajadores comparten la preocupación de los usuarios y están alineados en el objetivo común de mejorar la salud provincial.

 

Uno de los principales focos de incertidumbre es el número de plazas laborales necesarias para operar el nuevo hospital. Aunque se requieren mil cargos para garantizar la totalidad de los servicios ofrecidos, el ministerio sólo ha aprobado 300, lo que genera dudas sobre la viabilidad operativa del recinto.

 

Ante este escenario, la presidenta de la FENPRUSS, Leyla Valladares, fue enfática en afirmar que, dadas las actuales condiciones laborales y económicas, el nuevo hospital de Melipilla no debería abrir sus puertas. 

Desde su perspectiva, mientras no se garanticen los recursos humanos y financieros adecuados, la inauguración sería irresponsable y precipitada.

 

El nuevo hospital de Melipilla simboliza una promesa que, según FENPRUSS, no puede cumplirse bajo las condiciones actuales. Sin claridad en los recursos humanos y económicos, su apertura pondría en riesgo la salud que busca proteger.

Lo expresado por los funcionarios de la FENPRUSS es similar a la denuncia realizada ayer por la otra organización de trabajadores hospitalarios la FENATS, lo que hace que el problema sea transversal y real.

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