La Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (FENATS) Melipilla ha manifestado su preocupación ante los problemas que podrían afectar la puesta en marcha del nuevo hospital de la comuna.
Entre los principales obstáculos destacan la indefinición presupuestaria y la falta de claridad sobre la dotación de personal, lo que, según la organización, impediría su correcto funcionamiento.
Uno de los puntos críticos es la asignación de recursos por parte de la Dirección de Presupuestos, ya que el nuevo recinto requiere un financiamiento mayor al del hospital actual.
Además, la dotación de cargos sigue sin ser informada por el Ministerio de Salud, lo que genera incertidumbre sobre la cantidad de funcionarios que serán contratados.
Según cálculos de FENATS, se necesitan 889 nuevos cargos, mientras que desde el ministerio se habla de solo 300 puestos, cifra considerada insuficiente por los trabajadores.
El dirigente Carlos Shultmeyer, representante de la organización con mayor número de trabajadores del hospital local, expresó su inquietud ante esta situación.
Señaló que la comunidad tiene altas expectativas respecto al nuevo hospital, pero que es responsabilidad de la administración transparentar los servicios que no podrán ser entregados.
Desde el punto de vista presupuestario, Shultmeyer indicó que el hospital actual mantiene estabilidad financiera, pero que trasladarse a las nuevas instalaciones sin los recursos adecuados comprometería su operatividad.
Por ello, FENATS ha manifestado su rechazo a una apertura sin financiamiento suficiente, calificándola como una medida irresponsable.
En medio de un año electoral, la organización ha señalado que existen presiones políticas para inaugurar el hospital en julio, según lo indicado por autoridades provinciales.
Ante esto, han iniciado gestiones con diversas autoridades, incluyendo una reunión con la alcaldesa Paula Gárate, a quien le expresaron que, si el hospital abre en las condiciones actuales, los reclamos no solo recaerán en el director del recinto, sino también en los funcionarios y en la propia alcaldesa.
La situación sigue en desarrollo, mientras FENATS mantiene su postura de exigir condiciones óptimas antes de la apertura del nuevo hospital.